Javier de Winthuysen, pintor jardinero (1874-1956)

  1. Aymerich Ojea, Cristina
unter der Leitung von:
  1. Gerardo Pérez Calero Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 29 von Juni von 2001

Gericht:
  1. Antonio de la Banda Vargas Präsident/in
  2. Manuel Manzorro Pérez Sekretär/in
  3. María del Mar Lozano Bartolozzi Vocal
  4. Manuel Núñez Rodríguez Vocal
  5. Pilar García Fernández Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 83225 DIALNET lock_openIdus editor

Zusammenfassung

El objetivo de la tesis es dar a conocer una figura del pensamiento y del arte españoles. Javier de Winthuysen. Su aportación a la cultura lo es en el ámbito de la naturaleza y de percepción por parte del hombre en los ámbitos de la pintura y las ideas estéticas. Aportación de especial interés en lo relativo al concepto del JARDIN y sus implicaciones pictóricas, filosóficas, poéticas y sociales. En estrecha relación con el espíritu de la llamada Generación del 98, y de manera especial con Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Su vida transcurre del año 1874 al 1956. Nace en Sevilla, vive sus primeros años en esta ciudad, y más tarde en Paris, a donde viaja en sucesivas ocasiones en busca de la vanguardia pictórica; en Valencia, en Madrid y Barcelona y algunas temporadas en la isla de Ibiza. Pintor esencialmente paisajista, al hilo de sus vivencias fue desentrañando y transmitiéndonos con su pintura el paisaje de Andalucía (Sevilla, Córdoba y Granada), Castilla, Cataluña y Levante. Obra de sentida sensibilidad lirica, con notas de suavidad poética y autentica sinceridad estética. Sus paisajes y jardines son fruto del intimo dialogo del pintor con la naturaleza, de su contemplación grata y melancólica con la mirada prístina, libre de filias y fobias. Obra pictórica que es inseparable de su labor como arquitecto de jardines (jardinero mayor del reino se le ha llamado, trabajo en pro de los jardines clásicos españoles), y de sus escritos e ideas. Aquel hombre templado, desprendido de sí mismos, que conservó de por vida su distinción y porte señoriales –más bien recatados-, y la generosidad, y un puro y desinteresado amor por las artes y las cosas de la inteligencia. Es el que, junto, a su nombre, en el título de este trabajo de investigación, me ha llevado a sintetizar su personalidad con los calificativos de pintor y jardinero.