Análisis crítico de la contribución de la Agenda 2030 a la identificación de la vulnerabilidad energética

Resumo

Con el crecimiento económico de los dos últimos siglos, la energía se ha convertido en un bien estructural de primera necesidad (Sovacool, 2011). La parte creciente de los presupuestos familiares destinada a costear las necesidades energéticas (Grave et al., 2016) ha sido variable coadyuvante en la generación de la pobreza en general, y de la energética en particular (Tirado et al., 2016). Recientemente, el concepto de vulnerabilidad energética, como estadio previo a la pobreza energética, ha ido apareciendo tímidamente en los foros científicos internacionales, destacando su carácter “ex ante”, temporal y menos grave que la pobreza, radicando parte de su fortaleza en la prevención, y permitiendo al legislador anticiparse y establecer medidas correctivas antes de que la población sufra el daño de la pobreza (Directivas 2009/72/EC y 2009/73/EC). En la presente comunicación, se pretende realizar un análisis teórico-crítico de la contribución de la Agenda 2030 a la erradicación de la vulnerabilidad energética, a partir de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), metas e indicadores propuestos. Para ello, se partirá de la premisa de que los ODS sacrifican la condición de “consumidor” en aras de actuar sobre la presión que el crecimiento económico constante ejerce sobre el bienestar de la población.