Juba II, rey de los mauros y los libios

  1. Falomir Pastor, Concepción
Dirixida por:
  1. Juan José Seguí Marco Director

Universidade de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 07 de xuño de 2013

Tribunal:
  1. Marco Virgilio García Quintela Presidente
  2. Miguel Requena Jiménez Secretario/a
  3. Enrique Gozalbes Cravioto Vogal

Tipo: Tese

Resumo

Con la tesis Juba II, rey de los mauros y los libios, se analiza la transcendencia que para el Principado de Agusto tuvo la instauración de este príncipe norteafricano como rey de Mauritania. Partiendo del análisis de su origen númida y las relaciones de alianza y amistad que vincularon su familia a Roma, hechos de gran relevancia y ampliamente explicados en este trabajo, se acomete en profundidad el estudio de los restos numismáticos, epigráficos, literarios y arqueológicos que conducen a establecer las líneas de actuación de este monarca en su reino, a nivel socioeconómico, militar y político. En cuanto al primer ascpecto citado, del estudio realizado se desprende que este monarca llevó a cabo una reforma monetaria de vital importancia, que a su vez se inscribía en la realizada por el propio Augusto. La finalidad de la misma era satisfacer el nuevo sistema impositivo, agilizar las transacciones comerciales y cumplir con otros menesteres de tipo militar y administrativo. Igualmente, potenció el desarrollo de las actividades industriales relacionadas con la riqueza de sus costas, es decir, las factorías salazoneras, donde además de la elaboración del garum y salazones, se llevaron a cabo otras actividades como la fabricación de la púrpura. Asentó probablemente las bases de una agricultura de mercado, que tomaron su verdadera madurez en el s. II d.C. y obtuvo, a través de exploraciones geográficas, un conocimiento empiríco de otras riquezas del reino mauritano, como maderas preciosas o animales que alcanzaban una alta cotización en el mercado, y que sin lugar a dudas le sirvieron como importante fuente de ingresos. Actividades todas ellas, que eran a su vez motor de otras empresas secundarias que alcanzaron gran relevancia, tal como la alfareria. El excelente impulso económico que consiguió proporcionarle al reino, fue posible gracias a una importante labor militar. Su actuación en este campo ha sido tratada en profundidad y se advierte una conducta efectiva, tanto ayudando a Roma a defender la Provincia de África de las incursiones y guerras protagonizadas por tribus conlindantes, como en su propio reino. Contó con un ejército importante configurado por una infantería formada a la romana y una caballería autóctona, la famosa caballería maura, de gran valor táctico por su agilidad y movilidad. También poseyó una marina de guerra, que ubicada en el puerto militar de Caesarea, hacía de esta ciudad, la capital del reino, una base militar en Occidente de primer orden. Juba II, responsable de velar por la Pax Augusta en el Mediterráneo occidental y en el Atlántico, participó activamente y formó parte del proyecto militar de Octavio, que tenía por objeto conferirle al Imperio una tranquilidad sin la cual la economía no podía crecer. Este monarca durante su largo reinado (25 a.C.-23 d.C), así como su hijo Ptolomeo que reinó hasta el 40 d.C., mantuvieron bajo control las tribus nómadas y seminómadas, externas al reino, que podían causar disturbios en las áreas de mayor riqueza económica. Al mismo tiempo, Juba supo cimentar su dinastía y granjearse el respeto de sus súbditos y de las élites de la sociedad imperial. Por una parte, apeló a su orígen norteafricano recordando que era descendiente del gran Masinisa, lo que le acercaba a la institución monárquica. Por otro lado, entroncó por matrimonio con los Lágidas al esposarse con Cleopatra Selene, hija de la Gran Cleopatra y Marco Antonio. Las capacidades intelectuales y aptitudes diplomáticas de Juba, unidas al brillo de su estirpe y su dinastía, le hicieron una de los personajes más relevantes del período augusto. Así pues, la diligencia de Juba II en todos los ámbitos tratados, le destacan no sólo como pieza clave en la romanización de la antigua Mauritania, sino sobre todo como un hombre de extremada valía para Augusto en la consecución de su política imperial, reivindicando la importancia que tuvieron para la misma la figura de los “reyes socios y amigos de Roma”, en especial este personaje.