Tratamiento de las enfermedades periimplantarias
- Tapia Pastor, Beatriz de
- José Nart Molina Director
- Mariano Sanz Alonso Director
- David Herrera González Director
Defence university: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 27 January 2020
- Elena Figuero Ruiz Chair
- Paula Matesanz Perez Secretary
- Laura Ceballos García Committee member
- Lluís Giner Tarrida Committee member
- Juan Blanco Carrión Committee member
Type: Thesis
Abstract
Las enfermedades periimplantarias son patologías frecuentes que pueden conducir a la pérdida temprana de los implantes. Numerosos estudios han evaluado diferentes tipos de tratamiento y a pesar de las mejoras reportadas, la evidencia científica concluye que no existe un tratamiento predecible a largo plazo. Por lo tanto, el objetivo general de esta tesis es evaluar diferentes protocolos de manejo de enfermedades periimplantarias. El tratamiento no quirúrgico de la mucositis periimplantaria (MP) ha demostrado ser eficaz para reducir los signos clínicos de inflamación, sin embargo también se ha observado que la MP es una enfermedad recurrente. Con el fin de proporcionar estabilidad para los resultados del tratamiento de la MP, es imprescindible proporcionar a los pacientes una situación en la que puedan higienizar fácilmente los implantes. Se realizó un ensayo clínico aleatorizado (ECA) sobre 48 pacientes con MP y restauraciones que dificultaban el acceso a la higiene del cuello del implante. En el grupo control, los implantes se desbridaron y se proporcionaron instrucciones de higiene oral individualizadas. En el grupo de estudio, además se realizó una modificación de la prótesis de implante. Un mes tras el tratamiento no había diferencias entre los grupos de estudio para ninguna de las variables, sin embargo los cambios a 6 meses en el índice de sangrado modificado en el grupo control y de estudio fueron 0.50 [desviación estándar (DE) 0.70] y 1.14 (DE 0.96), respectivamente (p=0.01). Así mismo, las diferencias en la profundidad de sondaje del implante fueron -0.02 (DE 0.61) y 0.31 (DE 1.20) mm, respectivamente para el grupo control y de estudio (p=0.04). El protocolo evaluado mejoró la estabilidad de los resultados obtenidos después del tratamiento. Una vez establecida la periimplantitis (PI), es esencial enfocarse en la descontaminación de la superficie del implante. Hasta la fecha, los estudios en humanos concluyen que no existe un método de descontaminación superior a otro. Se realizó un ECA sobre 30 pacientes con PI. En el grupo control, la superficie del implante se descontaminó con peróxido de hidrógeno al 3% y ultrasonidos con puntas de plástico, mientras que en el grupo de estudio también se aplicó un cepillo de titanio. Los defectos intraóseos en ambos grupos se rellenaron con un material aloplástico y se cubrieron con una membrana de colágeno. A los 12 meses, la reducción en la profundidad de sondaje fue de 4.87 mm (DE 1.55) y 2.85 mm (DE 1.91), respectivamente para el grupo de estudio y control (p=0.009). En concordancia la profundidad de sondaje residual fue 3.6 mm (DE 0.91) y 4.92 mm (DE 1.26), respectivamente (p=0.007). En términos de descontaminación química, se han probado múltiples agentes desinfectantes, demostrando una vez más que ninguno de ellos es superior a los demás. La vancomicina y la tobramicina son antibióticos ampliamente utilizados en ortopedia para prevenir la infección del injerto. La combinación de estos dos fármacos proporciona un amplio espectro de actividad antimicrobiana que cubre la mayoría de especies presentes en PI. De manera consecutiva, se reclutaron trece pacientes y se trataron 17 implantes con PI mediante regeneración del defecto con aloinjerto impregnado con vancomicina y tobramicina y una membrana de colágeno. El examen clínico reveló una reducción estadísticamente significativa del sangrado al sondaje (70.6%, p=0.001). La profundidad de sondaje inicial se redujo de media 4.23 mm (DE 1.47) (p=0.001). La media de profundidad de los defectos intraóseos que al inicio del estudio alcanzó 4.33 mm (DE 1.62), se redujo significativamente hasta 0.56 mm (DE 0.88) lo que representa un 86.99% (DE 18.2) de relleno óseo del defecto. Los diferentes protocolos probados parecen aportar resultados favorables en la prevención y el tratamiento de las enfermedades periimplantarias, no obstante se necesitan más estudios con mayor tiempo de seguimiento para corroborar los resultados obtenidos.