Ciudadanía y autonomismo en Cuba en el siglo XIXel compromiso de Antonio Govín y Torres (1847-1914)
- SAPPEZ, DELPHINE
- José Antonio Piqueras Arenas Director
Universidade de defensa: Universitat Jaume I
Fecha de defensa: 22 de novembro de 2013
- Michel Bertrand Presidente/a
- Xosé M. Núñez Seixas Secretario
- Josef Opatrný Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Esta tesis doctoral propone un enfoque sobre el autonomismo cubano de finales del siglo XIX. A través de la trayectoria del ideólogo del Partido Liberal Autonomista, Antonio Govín, nos adentramos en el proceso de elaboración, circulación y transformación de una cultura política específica vinculada al autonomismo pero que trasciende ampliamente los límites de lo político, afectando al conjunto de la sociedad civil cubana cuyo auge se produjo a partir de 1878. La investigación realizada se preocupa por los fundamentos teóricos y sociológicos, por la base histórica de este movimiento y ofrece respuestas que tratan de explicarlo, alejándose tanto de las interpretaciones hispanófilas como de las que por su vinculación al ¿patriotismo revolucionario¿ cubano fomentado a partir de 1959, lo estigmatizan como racista y anti-nacional. Este análisis demuestra las estrechas conexiones entre distintos espacios de sociabilidad, como la masonería o las asociaciones científicas, profesionales y culturales, en los que una misma generación de intelectuales ¿abogados, en gran mayoría- desarrolla y pone en práctica unos mismos discursos. El conocimiento avanzado de estos discursos y de las circunstancias de su producción permite apreciar, más allá de la limitación de la soberanía nacional que suponía la reivindicación de un régimen de ¿autonomía colonial¿, un complejo proyecto identitario destinado a edificar y consolidar una nación armónica ¿es decir, en la que quedaran equilibradas y controladas las tensiones inherentes a la sociedad- dentro de las pautas del modelo de civilización y progreso por excelencia de la época, el capitalismo liberal. Se trata de un estudio biográfico inspirado en la microhistoria, en que el individuo nos permite entender mejor el contexto del que es representativo, y explorar al mismo tiempo las particularidades que presenta el personaje con respecto a dicho contexto. Se analizan las distintas facetas de Antonio Govín (política, jurídica, masónica, intelectual, etc.) para realizar una biografía social y cultural. Las fuentes utilizadas son de carácter diverso (prensa política, científica y masónica, correspondencia, archivos masónicos, archivos del Ministerio de Ultramar, etc.) y de procedencia variada (Archivo Nacional de Cuba, Archivo Histórico Nacional de Madrid, National Archives and Records Administration, entre otros). La cultura política liberal asimilada por la clase media autonomista fue poderosamente influida por los avatares del régimen constitucional en Cuba y por los fundamentos teóricos que marcaron la progresiva implantación del Estado de derecho en España, especialmente el krausismo. A raíz de la resistencia de España a conceder libertades y sobre todo de la represión arbitraria llevada a cabo contra los elementos liberales, éstos fueron definiendo la comunidad cubana cada vez más en función de la oposición a lo español, lo que facilitó el acercamiento a los Estados Unidos, acelerado durante la Guerra de los Diez Años. La autonomía colonial de Antonio Govín, no sólo vista como el programa político que imaginó sino también como la práctica asociativa, científica e incluso la actitud personal que adoptó, fue el resultado de esta doble influencia del liberalismo español y de la tradición liberal anglosajona. Los componentes de esta compleja amalgama no fueron en absoluto determinados por causas aleatorias, sino que se trata de una aleación cuidadosamente diseñada para responder satisfactoriamente a las dificultades que presentaba Cuba de cara a la elaboración de un modelo de gobierno democrático, salvando las posibles tensiones originadas en las importantes diferencias sociales y raciales, por ejemplo. Las contradicciones que suponía el ideal autonomista, al buscar el modo de frenar el acceso de los sectores más desfavorecidos económicamente a la ciudadanía paralelamente a un desarrollo avanzado de las estructuras del Estado liberal para permitir el pleno auge capitalista de la isla, se hicieron más patentes en los primeros años de la República. En este período se pusieron en evidencia los estrechos vínculos entre independentismo y autonomismo y la existencia de una cultura política liberal burguesa compartida entre ambos movimientos. No obstante, la exclusión de los antiguos autonomistas de los puestos de poder político gracias a su estigmatización como enemigos de la patria cubana entregó el control de la República a una nueva generación formada en la Guerra de Independencia y que encontró en ella la oportunidad de ascender en la escala social. El apartamiento de los autonomistas de la memoria nacional desde los primeros momentos de la era republicana fue, por tanto, uno de los soportes de la elaboración de la nueva identidad cubana, cuando ellos habían sido los que en el período anterior habían recogido y elegido los componentes y se habían erigido en intérpretes y portadores de esta identidad. Esta memoria nacional ha constituido la base de la historiografía elaborada en y sobre Cuba desde entonces. Reseña bibliográfica: José A. Piqueras, Sociedad civil y poder en Cuba. Colonia y poscolonia, Siglo XXI, Madrid, 2005. Esta obra analiza el proceso de desarrollo de la sociedad civil cubana en relación con las políticas de dominación llevadas a cabo por España y el proceso de consolidación de una identidad cubana vinculada a la reivindicación de parcelas de soberanía por distintos sectores de la población cubana. Se exploran asimismo las continuidades y rupturas de este proceso durante la primera ocupación de Cuba por Estados Unidos (1899-1902) y en los primeros años de la República (1902-1906), poniendo en evidencia las complejas relaciones entre la sociedad civil y el nuevo poder estatal.