O ensino-aprendizaxe do imperialismo
- Pousa Castelo, Manuel
- Ramón López Facal Director
Universidad de defensa: Universidade de Santiago de Compostela
Fecha de defensa: 15 de junio de 2012
- Rafael Valls Montés Presidente/a
- Xosé Ángel Armas Castro Secretario
- Maria Isabel Gomes Barca Oliveira Vocal
- Xesús Balboa López Vocal
- Juan Sisinio Pérez Garzón Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La investigación estudia las metodologías y estrategias de transmisión del conocimiento acerca del imperialismo contemporáneo en las aulas de enseñanza secundaria y las formas de recepción del mismo por parte del alumnado. Para estudiar esta cuestión se partió de la definicion de imperialismo de Fieldhouse: ¿umbrella word comprehending the whole gamut of relations between a dominant and a subservient society¿ (1981, 1). Empleando esta definición se investigó el imperialismo a lo largo de los siglos XIX y XX sin limitarse a la colonización europea. También se profundizó en los procesos de descolonización por ser una parte integral de los imperialistas. Para estructurar mejor el análisis se seleccionaron una serie de procesos a los que se prestó especial atención, destacando entre ellos el colonialismo europeo y la Descolonización. Los objetivos fundamentales fueron: diagnosticar las actitudes y conocimientos de los alumnos de 1º de Bachillerato sobre los fenómenos imperialistas en el período contemporáneo, y especialmente sobre lo así denominado por la historiografía; estudiar qué metodologías y materiales son más eficaces en el aprendizaje de los fenómenos imperialistas, y analizar el tratamiento de los diversos mecanismos imperialistas en los libros de texto de Historia del Mundo Contemporáneo. La investigación empleó una aproximación triple para alcanzar estos objetivos. Para los dos primeros se realizaron dieciséis entrevistas en profundidad a veintinueve alumnos en tres centros del entorno de las ciudades de A Coruña y Ferrol: el IES David Buján, el IES Francisco Aguiar y el IES Mugardos. Además, se hizo un seguimiento de un grupo del último centro durante el curso 2008/2009 trabajando con un conjunto de actividades acerca del imperialismo diseñadas específicamente. La información relacionada con la investigación fue recogida por el profesor-investigador en un diario de aula. En esta parte de la investigación se seleccionó el curso de 1º de Bachillerato por impartirse en él la asignatura de Historia del Mundo contemporáneo en el caso de aquellos que cursan la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales y, en el de los que cursan la de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud, por servir de ejemplo de los alumnos que abandonan el aprendizaje reglado de la historia. En el análisis de los manuales se siguió una metodología cualitativa, orientada al estudio en profundidad de los valores y las interpretaciones. El estudio se realizó con una muestra de seis ejemplares de 1º de Bachillerato, con representación de cinco de las seis editoriales con mayor difusión a nivel nacional y utilizando los últimos manuales junto con ejemplares ya en desuso pero recientes con el objetivo de observar cambios en la perspectiva empleada dentro de una misma editorial. Se recurrió así a los publicados por las editoriales Vicens Vives (Aróstegui et al., 2008), Santillana (Fernández Ros et al., 2008), Anaya (Prats et al., 2008) y SM (Otero et al., 2008) en 2008, y los de SM y Rodeira (grupo Edebé en Galicia) de 2002. De la misma manera que en el conjunto de la investigación, la interpretación del imperialismo efectuada a la hora de analizar los libros de texto fue más allá del período histórico así denominado, por lo que el estudio abarcó la totalidad de cada manual, con especial interés en una serie de períodos o sucesos. Con respecto a los resultados, se comprobó que los libros de texto de Historia del mundo contemporáneo no abordan al imperialismo como tal, limitándose a enumerar sucesos político-diplomáticos o militares, olvidando las formas indirectas de expresión del poder. En ese orden de cosas, componentes esenciales de los fenómenos imperialistas como el tecnológico, el religioso y el psicológico ¿entre estos últimos, especialmente el prestigio nacional y el racismo- sólo figuran circunstancialmente y sin explicarse con un mínimo de profundidad. La mayoría de los libros de texto no tienen apenas en cuenta la motivación del alumnado, centrando la atención en contenidos y metodologías distantes de sus intereses. En la presentación de los fenómenos imperialistas se eluden referencias a su repercusión en las clases medias y en los individuos. Además, los manuales evitan analizar e interpretar conceptos, siguiendo una vía particularista propia de la disciplina por la que existen términos específicos para cada período histórico y, en la mayoría de los casos, presentan la historia como una sucesión ¿a veces superposición- de fenómenos aislados, evitando las comparaciones y los efectos a medio y largo plazo. Este modo de articular el discurso histórico dificulta la comprensión del imperialismo como conjunto de mecanismos que varía diacrónicamente. En relación a la presentación de los principales conceptos relacionados con los fenómenos imperialistas, existen notables disparidades entre los manuales y dentro de cada uno. La mayoría no los define, solapan los de imperialismo, imperio, colonias, colonialismo y colonización, y en el caso del primero emplean definiciones acientíficas, apareciendo arcaísmos y contradicciones en su uso. En el caso de las colonizaciones y descolonizaciones éstas se tratan de forma individual, del mismo modo que los imperios y las colonias. Los manuales optan implícitamente por defender la causa europea al no referirse ni a sus derrotas ni a las masacres que cometieron. Tampoco presentan la perspectiva de los colonizados, renunciando a la historia precolonial, la resistencia a la colonización, la vida en las colonias y la cultura de los pueblos indígenas. Ningún manual se preocupa de la importancia en el presente de las actuaciones imperialistas del pasado, especialmente de los efectos en las sociedades dominantes. Finalmente, cabe destacar la poca o nula atención dedicada al neutralismo y al aislacionismo. Tampoco se hace en ellos una aproximación didáctica profunda hacia los fenómenos imperialistas pues, pese a referirse a prácticas poco o mal conocidas y escasamente motivadoras, no se emplean ejemplos ni señalan sus efectos en la vida de los individuos. Tampoco se trabajan de modo recurrente a lo largo del conjunto de los manuales. En cuanto al alumnado, éste entendía al imperialismo desde un prisma similar al de los manuales porque la mayoría sólo contactaba en las aulas con los contenidos relacionados con él Por ejemplo, empleaba pocos conceptos, ignorando los más técnicos, teniendo un conocimiento informal, vulgar y no riguroso de ellos. Estaba familiarizado con el vocabulario o la nomenclatura de los fenómenos imperialistas pero desconocía su significado histórico. Hubo numerosas confusiones, destacando aquellas de imperialismo con tiranía, conquista, imperio y colonialismo. El alumnado desconocía también, salvo escasas excepciones, los conceptos de estado-tapón, enclave, colonia penal, terra nullius, semicolonia, colonia de poblamiento o colono. En general, sus conocimientos estaban muy por debajo de lo propuesto en la legislación y presente en los manuales. Especialmente señalables fueron las carencias relacionadas con los conocimientos geográficos y el marco cronológico, ignorado para la gran mayoría de los ejemplos estudiados, incluido el de aquellos sucesos de los que habían recibido docencia recientemente. La mayoría ignoraba sucesos fundamentales del imperialismo contemporáneo y en mayor medida de los procesos de descolonización. El alumnado no tenía inquietud por despejar dudas o conocer más acerca de los aspectos abstractos y genéricos del imperialismo porque este fenómeno se enmarca en dos campos que provocan apatía (la política) o apatía y prejuicio (la esfera internacional). No percibía que las prácticas imperialistas del pasado tuviesen especial efecto en el presente y que su conocimiento fuese relevante para comprender el mundo actual. Tampoco valoraba estar informado acerca de los sucesos y procesos imperialistas de actualidad, existiendo un fuerte desconocimiento de ellos, incluso casos muy presentes en los medio de comunicación de masas desde hace años como las guerras de Irak y Afganistán. El alumnado desconocía el contexto internacional fuera de los sucesos más elementales, espectaculares y de última hora, y tampoco conocía la decadencia de Europa, la pervivencia de vestigios del colonialismo europeo y el ascenso de muchas viejas colonias, procesos que configuran el contexto poscolonial actual. Estaba motivado por determinadas lecturas del imperialismo y aproximaciones al mismo, destacando entre ellas las de la propaganda colonial, la presentación dramática de las condiciones de las víctimas del imperialismo, aquellos personajes que puedan considerarse como tiranos ¿de forma señalada Hitler y Napoleón-, extravagantes (frikis) o traidores y la resistencia a la colonización y al dominio exterior. De forma más genérica, llamaban fuertemente la atención la moda, la sexualidad, la familia, el nazismo, la droga, el turismo, la música pop estadounidense más reciente, el consumo; el cine, las series televisivas y los dibujos animados con mayores audiencias, y en general los discursos de o dirigidos a las clases populares y los dotados de carga emotiva. Las combinaciones de estos elementos con fenómenos imperialistas consiguieron desatar el interés por los mismos y servían coma puente tratar para aquellos rasgos sociopolíticos más ajenos a la experiencia cotidiana de un adolescente. Especialmente significativas fueron las posibilidades mostradas por la interpretación de fotografías, que demostró su valor para mostrar la escasa integración de los colonos en las sociedades coloniales. También llamaron la atención de los alumnos los vídeos dinámicos en lo audiovisual, simples en los contenidos y en los que se da cabida a lo sentimental. Sin lograr hacer atractivo al imperialismo, el trabajo con la definición del concepto logró que los alumnos comprendiesen la importancia del estudio del mismo. El alumnado manejaba clichés etnocéntricos acerca del colonialismo, reproduciendo la perspectiva de los libros de texto y de los medios informativos. Era casi totalmente ignorada la historia no occidental y la perspectiva de los colonizados, y las culturas más distintas de la propia eran percibidas como no ¿normales¿. Además, conocía mejor la expansión europea que su derrota y su progresiva pérdida de importancia en el panorama internacional, asumiendo que los europeos fueron superiores y más ricos de los europeos a lo largo de toda la historia. Desconocían también en gran medida el colonialismo japonés. También estaban muy influidos por el pasado español, con el que eran especialmente benevolentes en comparación con el europeo, valorando positivamente la expansión del castellano e interpretando los fenómenos imperialistas, y especialmente el colonialismo, a través de la historia de España. El imperio romano también tenía un papel importante en la concepción del imperialismo por parte de los alumnos. Desconocía tanto que las sociedades dominadas o secciones de ellas apoyaron y apoyan a los colonizadores, como la resistencia a la conquista y a la colonización y su papel en la Descolonización. Asimismo ignoraban la situación precolonial de las mismas, lo que dificulta grandemente el análisis del colonialismo. Manejaban también mitos acerca de la felicidad y la tendencia al progreso de los pueblos indígenas, idealizando la pervivencia de las sociedades sin Estado y su convivencia a lo largo de la historia con aquellas más industrializadas. Se encontraron también muestras de desprecio hacia las sociedades sin Estado, siendo percibidas como entidades susceptibles de convertirse en atracciones, y hubo también ejemplos de islamofobia y sinofobia moderada. Ignoraban la mayoría de los elementos informales del imperialismo, sin hacer mención al apoyo o desencadenamiento de golpes de Estado y guerrillas, la guerra asimétrica, las intervenciones militares, los imperios informales o semicolonias, los Estados-títere, las áreas de influencia ni las proxy wars. En un sentido similar, la mayoría, minusvaloraba la importancia del prestigio en el desarrollo de agresiones exteriores. La perspectiva de los alumnos era propia del positivismo, sobrevalorando a los grandes hombres y las elites como responsables de actos de agresión y dominio sobre otras sociedades, eximiendo a la mayoría de la sociedad. También ofrecían la perspectiva de la historiografía más rancia al dar excesiva importancia a la emigración europea a las colonias. En su opinión el imperialismo es inevitable y las actuaciones de este tipo, un producto de regímenes dictatoriales, a los que consideraban inherentemente agresivos en política exterior. Conforme a esta visión, consideraban que la riqueza y el bienestar social se obtienen en gran medida mediante conquistas, pero ellos optaban claramente por el neutralismo y el no intervencionismo a ultranza salvo en el caso de las actuaciones humanitarias. Estaban poco dispuestos al compromiso, y partían de una perspectiva individualista y localista. En el grupo estudiado hubo un rechazo mayoritario de lo relacionado con el armamento, pero una minoría se sentía atraída por lo bélico. En lo referido al conocimiento de diferentes territorios relacionados con el imperialismo, el alumnado valoraba estudiar aquellos procesos en relación con la historia nacional y con la de las grandes potencias, especialmente el último caso, como puso de manifiesto la marcada preferencia por la independencia de los Estados Unidos frente a la de Latinoamérica. Pese a esta preferencia, desconocía la expansión del primer Estado así como la rusa, igualmente importante en la contemporaneidad y que también responde al modelo de expansión continental. Los alumnos tenían también muy presentes la guerra hispano-americana y el nazismo, tendiendo a percibir a Alemania como una nación imperialista. En lo tocante a los continentes colonizados, mencionaban mayoritariamente a América y África y muy raramente a Asia en una muestra de etnocentrismo al centrarse en las regiones más débiles o en los colonizados por España. En cuanto a los procedimientos, hubo graves carencias en el trabajo con la prensa, literatura, mapas, y en la búsqueda y procesamiento de información en Internet, señal de baja coordinación entre cursos académicos y departamentos didácticos. También presentaron problemas en la concepción de las identidades étnico-nacionales, con una visión simplista según la cual las fronteras de los países colonizados eran las únicas artificiales, los Estados-nación y las fronteras entre Estados son naturales. Los fenómenos mestizos y criollos a los que da lugar el colonialismo resultaban desconocidos y, en el grupo investigado, el sentimiento nacional y el patriotismo eran percibidos como antinaturales. Los alumnos representan un cambio en la percepción de la era del Imperialismo, siendo un período que resulta desconocido incluso en sus líneas básicas, especialmente en la vertiente social; del que tienen mala imagen y reconocen que apenas reciben información, reflejando un fenómeno que se extiende al conjunto de la sociedad. La mayoría no lo asocia con exotismo, heroísmo o romanticismo, pero asume una posición contradictoria hacia el colonialismo europeo con una mezcla de orgullo y rechazo moral. El colonialismo era considerado brutal, un rasgo propio del pasado que no volverá.