Un desafío para la bioéticala cuestión del especismo

Resumo

Los procedimientos con animales no humanos en la investigación biomédica son muchísimo más numerosos que aquellos de los que la bioética se ocupa que involucran a humanas. Sin embargo, como se indican en el capítulo 1 de esta investigación, esta disciplina sólo los considera de forma marginal. Ante esto, se enuncia la siguiente tesis: los estudios en bioética mantienen un prejuicio de especies no justificable. Para analizar si este es el caso resulta preciso disponer de un marco conceptual, que introducirá el capítulo 2, presentando los conceptos de especismo (la consideración moral desigual injustificada, o discriminación, de aquellos que no pertenecen a una especies determinada) y antropocentrismo (al asunción de la centralidad normativa de la satisfacción de los intereses humanos). El antropocentrismo, como muestra el capítulo 3, puede ser defendido de cuatro modos: 1,- Por mera definición (Posner, Daimond). 2,- Invocando criterios metafísicos cuya satisfacción no es verificable (Aristóteles, Machan, Harrison). 3,- Aludiendo a la posesión de ciertas capacidades individuales (Descartes, Leahy, Ferry). 4,- Apelando ala existencia de ciertas relaciones especiales intra-humnas (Spinoza, Midgley, Sacanlon). Las dos primeras posiciones incurren en una petición de principio. Las restantes resultan cuestionables por dos motivos. A,- No separan a todos los seres humanos de todos los demás animales, puesto que algunos seres humanos (como los niños o aquellos con diversidad funcional intelectual) no poseen las capacidades cognitivas esgrimidas como relevantes por los defensores del antropocentrismo, y otros no mantienen relaciones privilegiadas con los demás humanos (Dombrowski, Pluhar). B,- Es dudoso que sean moralmente relevantes: a la hora de ocasionar daños o beneficios o alguien lo significativo es la capacidad de sufrir y disfrutar, que no sólo los humanos, sino también muchos otros animales