Los relatos mexicanos en The collected stories of Katherine Anne Porterlenguaje, representación e identidad
- Constante González Groba Director
Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela
Fecha de defensa: 21 de xullo de 2003
- Juan José Coy Ferrer Presidente/a
- Patricia Fra López Secretaria
- Carme Manuel Vogal
- Manuel Broncano Rodríguez Vogal
- Laura María Lojo Rodríguez Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Utilizando los presupuestos teóricos de Derrida, Kristeva y Bakhtin, y recurriendo en ocasiones a otros autores como Fish, Austin o Irigaray, en este trabajo proponemos una aproximación a los relatos mexicanos de Porter centrada en las actitudes lingüísticas demostradas por sus personajes. Partimos de la base sencilla de que el lenguaje humano tiene dos facetas: una faceta simbólica, articulada y representativa que lo separa de la realidad inmediata, y una faceta semiótica -utilizando los términos de Kristeva- que lo aproxima al a expresión instintiva inmediata y no articulada. A partir de ahí consideramos que dos son los posibles problemas que afectan a los personajes de Porter: el exceso o el defecto de representación en su lenguaje. El exceso de representación nace del exceso de auto-estima que por lo general depende de la elaboración de una imagen idealizada de sí mismo que, como tal, sólo tiene vigencia como representación. Buena parte de esta auto-representación reside en el discurso que estos personajes adoptan, un tipo de discurso generalmente ajeno, prefijado por una autor-ida externa, y por ello totalmente divorciado de su realidad inmediata, definida en términos de su vida cotidiana y su cuerpo. Esto nos lleva a considerar que en estos casos la distancia que separa las palabras de la experiencia inmediata es tal, que el lenguaje está prácticamente desprovisto de valor semiótico y vive exclusivamente en la distancia extrema del simbolismo y la representación plena. El segundo problema que afecta a los personajes de Porter consiste en lo que hemos llamado un defecto de representación en el lenguaje. Las experiencias primitivas e infantiles son las que mejor ejemplifican esta dificultad a la hora de reconcoer la capacidad simbólica del lenguaje, es decir, la distancia que separa las palabras de la realidad inmediata y las dota de capacidad suplementaria y representativa. Los momentos puramente semiótico