Formas de la razón herida. Genealogía y transición de la memoria como categoría del pensamineto crítico
- Alías Bergel, Antonio Jesús
- Antonio Chicharro Chamorro Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 17 de junio de 2015
- Antonio Sánchez Trigueros Presidente/a
- José Antonio Pérez Tapias Secretario/a
- Arturo Casas Vocal
- Juan Carlos Cruz Suárez Vocal
- Fernando Cabo Aseguinolaza Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El presente estudio propone una lectura genealógica marcada por la transición de un concepto, el de memoria, que como categoría de pensamiento moderno, transita sobre sus propias actualizaciones teóricas. Su fundamentación inicial parte del diálogo necesario y tradicionalmente así establecido entre tres de los pensadores más significados del pensamiento crítico (o Teoría crítica), Walter Benjamin, Max Horkheimer y Th. W. Adorno, pues en su producción intelectual este asunto se convierte en preocupación filosófica, hasta progresivamente redundar en problema conceptual. Ésta es la única manera de poder enfrentarnos al conformismo, cuando no a su reificación, con respecto al concepto de memoria cuando a él nos convenimos en la actualidad como centro de operaciones epistemológicas al servicio de las políticas institucionales de memoria. En este sentido, desde los planteamientos de aquéllos, la pregunta por su constitución -los momentos e intentos de conceptualización teórica, al igual que lo presupuesto en su discurrir semántico- se antoja exigencia actual. El trabajo se acoge a esta conjetura inicial y la establece como objeto de estudio, reparando solo en algunos de los momentos sumamente críticos, en los deslizamientos más complejos y en actualizaciones discursivas no siempre bien entendidas. Afinando sobre la propuesta, lo que exponemos en este trabajo no es menos que la sospecha que recae en las radicalmente históricas formas de producción teóricas, donde la memoria, primero, se intuye epistemológica, luego en cuanto caracterización de un pensamiento crítico, asimismo después como índice metodológico sobre el conocimiento oprimido en el olvido de la historia. Nos aferramos, entonces, a un complejo proceso de objetivación teórica en el cual los sujetos, en tanto agentes intelectuales, son absorbidos también en el ejercicio de conocimiento que, significativamente, los da a conocer como sujetos de conocimiento. En este mismo proceso de escenificación epistemológica quedan, mientras tanto, señaladas las adquisiciones semánticas y valencias de una memoria en su devenir conceptual hacia las categorías del pensamiento. Sin embargo, frente a los excesivos intentos de formalizar la cuestión desde los presupuestos distinguidos en lo filosófico, el trabajo corrige esta atribución hegemónica sobre el objeto de estudio al señalar algunas de las actualizaciones de memoria no como contingencia, sino propiamente de facto en el ámbito de la producción estética. No obstante, con ello no asumimos la totalidad del discurso literario, sino justamente aquel ejercicio crítico concreto, que realizado sobre ella, la legitima como lugar de pensamiento. De esta manera, las prácticas de una crítica materialista operan en tanto formas transformadoras del conocimiento. En definitiva, el objetivo no es establecer los principios de una historiografía sobre el concepto de memoria crítica, menos aún definir y sostener un sentido mayúsculo de memoria, sino ofrecer un momento de su reflexión teórica y una contribución en pro de su continuidad, aunque en este gesto sólo la posibilidad queda contenida en un problema de raigambre intelectual que se expone en la misma dificultad de su fundamentación primera.