Análisis y repercusiones de la nutrición en la primera semana de vida sobre el desarrollo neurológico del recién nacido prematuro de muy bajo peso y otras comorbilidades
- Jiménez Montilla, Sara
- José Uberos Fernández Director
Universidade de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 16 de maio de 2022
- Cristina Campoy Folgoso Presidente/a
- José Maldonado Lozano Secretario/a
- José Antonio Hurtado Suazo Vogal
- María Luz Couce Pico Vogal
- José María Gómez Vida Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Introducción y justificación: A pesar de los grandes avances en Neonatología y el aumento significativo de la supervivencia de recién nacidos pretérmino de muy bajo peso en las últimas décadas, la prematuridad sigue siendo la primera causa de morbimortalidad neonatal. Con el parto prematuro, los aportes de energéticos y de nutrientes se ven interrumpidos de forma brusca, constituyendo una urgencia nutricional que debe restaurarse lo antes posible. Además, tenemos que tener en cuenta que una nutrición inadecuada durante periodos críticos del desarrollo, como son la gestación y los primeros días de vida, especialmente en los recién nacidos de muy bajo peso al nacimiento (RNMBP), puede afectar al desarrollo pulmonar y neurológico, y favorecer así las comorbilidades asociadas a la prematuridad a corto, medio y largo plazo. Por tanto, los aportes energéticos y de macronutrientes administrados en la primera semana de vida juegan un papel crucial en el crecimiento y desarrollo postnatal de los recién nacidos de muy bajo peso. Para conseguir una nutrición adecuada y cubrir las necesidades energéticas y de macronutrientes en RNMBP recomendadas, en muchas ocasiones tenemos que recurrir a la nutrición parenteral, que permite un aporte calórico adecuado desde las primeras horas de vida. La NP juega por tanto un papel fundamental en la nutrición de estos prematuros, siendo los lípidos son una de las principales fuentes de energía debido a su alta densidad energética. Aunque tenemos que ser conscientes que, en muchas ocasiones, debido a complicaciones propias de la prematuridad o a determinadas circunstancias, aun empleando la NP, no es posible alcanzar los requerimientos mínimos estipulados. En nuestra unidad neonatal se llevó a cabo un cambio a tener en cuenta en el protocolo nutricional con respecto a la emulsión lipídica empleada en la nutrición parenteral administrada a los RNMBP prematuros. Se sustituyó la emulsión lipídica utilizada previamente, basada en aceite de soja (Intralipid) por una basada en aceite de pescado y mayor proporción de ω-6: ω-3 y vitamina E (SMOFlipid). Objetivos: Con esta premisa, realizamos 3 estudios donde queremos evaluar si existe relación, influencia y repercusiones entre los aportes nutricionales recibidos en los 7 primeros días de vida, con las comorbilidades habitualmente relacionadas con la prematuridad, principalmente la DBP y trastornos del neurodesarrollo. Además, comparamos ambas emulsiones lipídicas utilizadas, para determinar también la prevalencia de posibles comorbilidades asociadas y las repercusiones del aporte nutricional de ácidos grasos poliinsaturados omega-3. Metodología: Llevamos a cabo 2 grandes estudios observacionales de cohortes donde recogemos el aporte de macronutrientes y energético, administrados durante la primera semana de vida tanto por vía enteral como parenteral, a casi 400 RNMBP prematuros ingresados en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital Universitario Clínico San Cecilio (Granada) en un periodo de tiempo comprendido entre 2008 y 2018. Con ello, queremos determinar si un aporte energético deficitario se asocia, por un lado, con el riesgo de desarrollar displasia broncopulmonar y, por otro, pudiera afectar al neurodesarrollo y favorecer otras comorbilidades. Con respecto al desarrollo neurológico también evaluamos la posibilidad que pudiera verse afectado por la condición de restricción del crecimiento intrauterino (IUGR) previa y/o por un aporte nutricional energético inadecuado durante el periodo neonatal precoz. Realizamos un seguimiento de la cohorte en consultas externas de neurodesarrollo de nuestro hospital donde evaluamos el desarrollo motor, cognitivo, sensorial y conductual a los 14, 25, 33 y 50 meses de vida. Planteamos un estudio observacional retrospectivo con una cohorte de 170 RNMBP para determinar la morbilidad neonatal en estos prematuros durante los dos periodos: cuando la nutrición parenteral estaba basada exclusivamente en Intralipid, y cuando solo se administró SMOFlipid. Resultados y conclusiones: En base a nuestros resultados podemos afirmar, no solo que la nutrición precoz y el aumento de los aportes energéticos en la primera semana de vida están asociados con un menor riesgo de desarrollar DBP, sino que además una restricción energética postnatal se asocia de forma significativa con alteraciones neurológicas y un peor desarrollo neurológico. Con respecto a los lípidos, tenemos que tener en cuenta que su inclusión precoz en la solución de NP puede ser esencial para asegurar que se recibe un aporte energético suficiente, y, por tanto, reducir el riesgo de DBP, además parece que la administración de SMOFlipid puede mejorar discretamente la prevalencia de colestasis o DPB.